Volver a la tierra, cerrar el ciclo, volver al lugar donde empezó todo
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SOMOS UNA ORGANIZACIÓN CON ÁNIMO SOSTENIBLE, QUE BUSCA RE-SIGNIFICAR EL ROL DEL PEQUEÑO PRODUCTOR EN LA SOCIEDAD.
SOMOS MUCHAS PERSONAS TRABAJANDO EN FORMA MANCOMUNADA, ABORDANDO DE UNA MANERA INTEGRAL, LA RELACIÓN DE LAS PERSONAS Y SU ALIMENTO, INVOLUCRÁNDONOS EN LA PRODUCCIÓN, GENERACIÓN, TRASLADO, ACCESO E IMPACTO.
DESDE UNA PEQUEÑA LOCALIDAD EN EL NORTE DE ARGENTINA, BUSCAMOS AMPLIFICAR EL TRABAJO PRIMARIO, A NIVELES LOCALES E INTERNACIONALES.
La población urbanizada crece superando el 50% de la población mundial y se estima que para el año 2050 llegarán a ser 6.500 millones las personas que viven en las ciudades.[1]América Latina es, en la actualidad, una región predominantemente urbana, alcanzando niveles comparables a los de Estados Unidos, Canadá y países europeos. Este incremento urbano responde a algunos factores que en general están ligados a la migración de los habitantes de zonas rurales a las ciudades en busca de prosperidad económica, acceso a servicios y ampliar la posibilidad de consumo
El desplazamiento descrito está provocando un rápido crecimiento demográfico en las ciudades, lo que ha transformado la geografía urbana, y actualmente en prácticamente todas las grandes ciudades del mundo se pueden identificar espacios precarios que contienen a la migración rural la cual encuentra dificultades para entrar en el sistema socioeconómico urbano. (Exclusión)
Los grandes centros urbanos han aumentado su demanda de alimentos. Esto ha transformado la forma en que se cultiva en el campo introduciendo técnicas de agricultura industrializadas que no toman en cuenta los ciclos de la tierra y acelera procesos naturales de generación de alimentos. El estilo de vida urbano promueve respuestas inmediatas y no sustentables a las demandas alimentarias de sus habitantes. Lo que acarrea como consecuencia la desconexión total de las personas de la ciudad con el lugar y los procesos de obtención de alimentos.
Al mismo tiempo las personas -en su mayoría dedicados a la agricultura- que permanecen en el campo, por decisión personal o por falta de recursos para su movilidad, deben enfrentar cambios en el sistema de producción agrícola[2]. Esto ha transformado su relación con la tierra y el entorno, las prácticas de generación de alimentos y sus condiciones de vida. La industrialización del campo empuja familias de agricultores a entrar en la cadena de producción de alimentos estandarizados, disminuyendo la producción de alimentos para el autoconsumo y la diversidad de cultivos que complementan una dieta balanceada.
Así y todo, aun de acuerdo con datos de la ONU (FAO), la agricultura es el sector que más empleo produce en el mundo, suministrando la forma de vida de más del 40% de la población mundial. Es la mayor fuente de ingresos y trabajo en familias rurales. La inversión en los pequeños agricultores no sólo genera empleo, además, es un pilar fundamental para la soberanía alimentaria y nutrición adecuada de la población.
El mundo transita un grave problema de carácter alimenticio: 10 % de la población mundial sufre de desnutrición y un poco más del 12% de sus habitantes se encuentran en estado de subnutrición.[3] Mientras que en los países más desarrollados hay cifras alarmantes de desperdicio de alimentos por un lado, y por el otro la obesidad[4] y todos los problemas de salud relacionados a este, van en crecimiento.[5] Malos cálculos en la producción y en la distribución.
En resumen, las lógicas actuales de producción y comercialización de alimentos transformaron la vida en zonas urbanas y rurales, evidenciando nuevas problemáticas cuyo alcance genera empobrecimiento en lo real y simbólico de la calidad de vida de la población mundial, la cual, de seguir respondiendo a lógicas individualistas y a leyes del mercado terminará por agotar los recursos humanos y naturales.
[1] “El rápido crecimiento de las urbes en el mundo en desarrollo, en conjunto con el aumento de la migración del campo a la ciudad, ha provocado un incremento explosivo de las mega urbes. En 1990, había 10 ciudades con más de 10 millones de habitantes en el mundo. En 2014, la cifra había aumentado a 28, donde viven en total cerca de 453 millones de personas”. PNUD, 2016.
[2] Agricultura Convencional.
[3] FAO., ILFAD., WFO., Achieving Zero Hunger. The critical role of investments in social protection and agriculture, FAO, Rome, 2015.
[4] 39% de los adultos mayores de 18 años tienen sobrepeso y el 13% son obesos. OMS (2014)
[5] Obesidad es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares, óseas, diabetes, depresión. OMS. 2015
IMPACTO SOCIAL
o Pérdida de identidad cultural.
o Transformación en las relaciones sociales.
o Imposibilidad de encontrar vías colectivas de “desarrollo”.
o Nuevas configuraciones familiares.
o Transformación de hábitos alimentarios.
o Aumento de enfermedades relacionadas con obesidad y desnutrición.
o Incremento de problemáticas psicosociales en relación a la desaparición de oficios y ocupaciones tradicionales.
o Desvalorización de la vida del campo.
IMPACTO ECONÓMICO, CULTURAL
o Incremento del costo de los alimentos
o Perdida de Variedades de Semillas
o Inmediatez que se pretende acceder al alimento
o Poco o nulo acceso a la trazabilidad del alimento
o Poco o nulo acceso a tierra cultivable.
o Nuevos espacios de exclusión social dentro de las ciudades.
o Pérdida de capacidad productiva transformándose solamente en consumidor.
o Pérdida cultivos reflejados en la disminución de la diversidad de acceso y oferta de los mismos.
IMPACTO AMBIENTAL
o Erosión del suelo
o Pérdida de biodiversidad
o Pérdida de semillas y alimentos nativos.
o Abandono de prácticas ancestrales de cultivo.
o Calentamiento Global
o Pérdida de Diversidad Cultural
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YALA, JUJUY ARGENTINA
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